sábado, 22 de abril de 2023

Fábula: el águila y el escarabajo

        Esopo

Estaba una Liebre siendo perseguida por un Águila y viéndose sin escapatoria, pidió ayuda a un Escarabajo suplicándole que le salvara. El Escarabajo, detuvo al Águila y le pidió que perdonara a su amiga Liebre, sin embargo, el Águila, despreció al Escarabajo, ignoró su súplica y devoró a la Liebre en su presencia.
Desde ese entonces, el Escarabajo buscó vengarse de la cruel Águila, y para eso, observó los lugares donde esta ponía sus huevos. Al encontrar por fin su nido, lanzó sus huevos sin pensarlo hacia la tierra, rompiéndose en el acto. El Águila, se vio perseguida a donde quiera que fuera por el Escarabajo. Por último, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para criar a sus futuros pequeños.
Zeus, ofreció al Águila que ponga sus huevos en su regazo, sin embargo, el Escarabajo viendo la táctica escapatoria del Águila, hizo una bolita de barro, voló hacia Zeus, y la dejó caer sobre el regazo. Zeus se levantó para sacudirse aquella suciedad, y sin darse cuenta, tiró los huevos del Águila hacia el piso.
Por eso, las Águilas no ponen huevos en la época en que los Escarabajos salen a volar.

Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

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