martes, 10 de octubre de 2023

Al comenzar el día

Señor, el día empieza.
Como siempre, postrados a tus pies,
la luz del día queremos esperar.
Eres la fuerza que tenemos los débiles, nosotros.
Padre nuestro, que en los cielos estás,
haz a los hombres iguales:
que ninguno se avergüence de los demás;
que todos al que gime den consuelo;
que todos, al que sufre del hambre la tortura,
le regalen en rica mesa de manteles blancos
con blanco pan y generoso vino;
que no luchen jamás; que nunca emerjan,
entre las áureas mieses de la historia,
sangrientas amapolas, las batallas.
Luz, Señor, que ilumine las campiñas
y las ciudades; que a los hombres todos,
en sus destellos mágicos, envuelva
luz inmortal; Señor, luz de los cielos,
fuente de amor y causa de la vida.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

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