José María Rodríguez Olaizola, sj
Pan para saciar el hambre de todos.
Amasado despacio, cocido en el horno
del amor auténtico, del gesto delicado.
Pan partido, multiplicado al romperse,
llegando a más manos,
a más bocas, a más pueblos, a más historias.
Pan bueno,
vida para quien yace en las aceras,
y para quien dormita harto de otros manjares,
si acaso tu aroma
despierta en él la nostalgia de lo cierto.
Pan cercano,
en la casa que acoge a quien quiera compartir
un relato, un proyecto, una promesa.
Pan vivo,
cuerpo de Dios, alianza inmortal,
que no falte en todas las mesas.
domingo, 2 de junio de 2024
Pan
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario