miércoles, 6 de junio de 2018

La luciérnaga

Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Aunque ésta trataba de alejarse de su perseguidora, no había manera de deshacerse de ella. Huyó durante dos días y la serpiente no dejaba de seguirla. Finalmente, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y le dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a dar explicaciones a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar lo que quieras, contestó la serpiente.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? preguntó la luciérnaga.
- No, contestó la serpiente.
- ¿Alguna vez, te hice algún mal? preguntó la luciérnaga.
- No, volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar!!!

Nos hemos acostumbrado tanto a la oscuridad, que cuando vemos a alguien brillar, nos sentimos incómodos y molestos. Es como si brillaran en contra nuestro.

Jesús, dijo y continúa diciéndonos: “Yo Soy la Luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. El que me sigue no caminará en la oscuridad, pues tendrá la Luz que le da la vida” Juan 8:12

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