miércoles, 7 de abril de 2021

Cuentos de Nasrudín

La mujer perfecta
Nasrudín conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte?
- Sí lo pensé -respondió Nasrudín. En mi juventud, decidí buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.
Continué viajando, y fui a Isfahán; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.
Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa, y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.

La miel en el fuego
El Mula calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llegó de improviso. La miel comenzó a hervir y Nasrudín le convido a su visitante. Estaba tan caliente, que el otro se quemó.
- ¡Haz algo! -exclamó el amigo.
Entonces el Mula tomó un abanico y lo agitó por encima de la olla... con el propósito de enfriar la miel.

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