viernes, 31 de diciembre de 2021

Los perros y el criado

El último rey de un pueblo tenía diez perros salvajes. Los usaba para torturar y para morder a cualquiera de sus servidores que cometiera un error.
Uno de los criados hizo una tarea mal y al rey no le gustó en absoluto. Por lo que ordenó que el sirviente debería ser arrojado a los perros.
El sirviente dijo:
- ¿Yo te servido durante diez años, y ahora tú me haces esto a mí? -dijo el sirviente- ¡Por favor, dame diez días antes de lanzarme a los perros!
El rey se los concedió.
En esos diez días, el criado se dirigió al guardia que se ocupa de los perros y le dijo que cuidaría de los perros durante los próximos diez días. El guardia estaba desconcertado, pero estuvo de acuerdo, y el criado se dedicó a alimentar a los perros, a limpiarlos, a bañarlos y darles todo tipo de confort.
Cuando los diez días habían terminado, el rey ordenó que el sirviente fuera arrojado a los perros para cumplir su castigo. Cuando fue lanzado, todos se quedaron sorprendidos de ver a los perros voraces ¡lamiendo los pies del criado!
El rey, desconcertado ante lo que estaba viendo, dijo,
- Qué es lo que ha sucedido con mis perros?
- Serví a los perros -respondió el sirviente- sólo diez días y ellos no han olvidado mis servicios. Sin embargo, le serví diez años y usted se olvidó de todo, ¡en mi primer error!"
El rey se dio cuenta de su error y ordenó que el criado fuera puesto en libertad.

Dedicado a todos aquellos que se olvidan de las cosas buenas que una persona hizo por ellos y tan pronto como la persona comete un error, lo echan fuera.

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