lunes, 27 de enero de 2025

Levántate, amor mío

           Padre Ángel

- Ya despierta, mi amor, hoy tenemos que llevar a los niños a la escuela.
No, mi viejito, no quiero levantarme hoy.
¿Cómo que no, mi linda nena? Hoy es un día especial, nuestros nietos nos necesitan...
No, mi viejito, será como los últimos días, levantándonos temprano, preparándoles el desayuno, llevándolos a la escuela y esperando a que nuestros hijos lleguen tarde del trabajo.
No te preocupes, mi amor. Siempre fuimos dos, tú y yo. Nuestros hijos están construyendo su futuro. Ya les dimos todo el amor que pudimos, ahora es momento de apoyarles.
Lo sé, mi viejito, pero no deja de doler verlos tan ocupados, este vacío que nos dejan en el alma, este dolor de verlos tan lejos aunque estén cerca.
Ya no llores, mi viejita. Piénsalo: cuando nuestros hijos eran pequeños, también corríamos de un lado a otro. Les dimos lo que pudimos. Ahora ellos son mayores y tienen sus propias responsabilidades. Debemos estar felices por ellos y por tener la oportunidad de estar con nuestros nietos, aunque no tengamos mucho tiempo para nosotros.
Pobres de nuestros hijos, tan ocupados con su trabajo, un día más sin poder estar todos juntos. Olvidaron lo que es el tiempo en familia.
Levántate, mi amor. Vamos a dar gracias a Dios por los años bonitos que vivimos con nuestros hijos y por poder estar presentes en la vida de nuestros nietos. No debemos estar tristes ni llorar por lo que no podemos cambiar. Levántate, mi viejita. Hoy es día de cuidar y amar.
Sí, mi viejito, me voy a levantar, porque no te quiero dejar solito.

Reflexión: "Ni todo el éxito del mundo puede igualar el amor y el tiempo dedicado a la familia. Disfruta cada momento con ellos, porque el día que ya no estén, esos recuerdos serán tu mayor tesoro."

1 comentario:

  1. Es la realidad.....Sólo el amor de padres puede soportar eso....
    Además en el darse es donde donde se encuentra la verdadera felicidad

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