miércoles, 31 de mayo de 2017

Confianza en el Padre

Un señor subió a un avión para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó al lado suyo. El niño era muy educado y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar. No parecía nervioso cuando el avión inició el despegue.
El vuelo no fue muy tranquilo, hubo tormenta y muchas turbulencias. Una fuerte sacudida provocó que todos se pusieran muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento. ¿Cómo lo conseguía? ¿Por qué su calma?… Hasta que una mujer asustada le preguntó:
- Niño, ¿no tienes miedo?
- No señora, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dijo, mi padre es el piloto…

A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacuden como en una turbulencia. Habrá momentos en los que no veremos terreno firme y nuestros pies no pisarán lugar seguro, no veremos dónde sostenernos. En esas situaciones hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto.
A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el Creador. Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mismo: ¡Mi Padre es el piloto!

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