miércoles, 10 de mayo de 2017

Tu corazón, María

Tu corazón, María, rebosa agradecimiento.
Tu corazón, María, desborda de felicidad.
Tu corazón, María, se siente engrandecido por la presencia de Dios
Tu corazón, María, ama incluso a aquellos que no te aman
¡Danos, María! Un corazón sencillo para acoger a Dios
Un corazón noble para sincerarnos con El
Un corazón alegre para sembrar la ilusión
Un corazón desprendido para no mirarnos a nosotros mismos
Un corazón conciliador, para no cerrarnos a los que nos rodean
Y, si por lo que sea, ves que nuestros corazones
están cerrados con potentes candados:
ven a nuestro encuentro, María,
y rompe los eslabones que nos impiden ser libres.

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