Feria de vanidades
Cierta vez, un sabio sufí requirió a sus
discípulos que le comunicasen cuáles eran las vanidades que habían tenido ellos
antes de iniciar sus estudios con él.
El primero dijo:
- Yo imaginaba ser el hombre más hermoso del
mundo.
EL segundo dijo:
- Yo creí que, en mi condición de religioso,
era uno de los elegidos.
El tercero dijo:
- Yo me creí capaz de enseñar.
El cuarto dijo:
- Mi vanidad fue mayor que todas ésas, pues
creí que podía aprender.
El sabio observó:
- La vanidad del cuarto discípulo sigue siendo
la mayor: la vanidad de mostrar que en un tiempo tuvo la máxima vanidad
Cuentos sufíes: Dormirse cuando sale el sol
Un discípulo a su Maestro:
- ¿Hay algo que yo pueda hacer para llegar a la
Iluminación?
- Tan poco como lo que puedes hacer para que
amanezca por las mañanas.
- Entonces, ¿para que valen los ejercicios
espirituales que tú mismo recomiendas?
- Para estar seguro de que no estás dormido
cuando el sol comience a salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario