domingo, 1 de marzo de 2020

Contigo en el desierto, Señor

                 J. Leoz

Escucharé al silencio que habla y la Palabra que resuena.
Me sentiré preparado para la misión para así,
ofrecerme hasta desgastarme contigo y por Ti, mi Señor.
¿Por qué vas a un desierto, Jesús?
¿Qué te brindan la arena y las montañas
sin alimento ni nada con lo que sustentarte?
El desierto habla, cuando el mundo calla.
Hace al cuerpo y a la fe, fuertes y resistentes
ante tantas cosas que los debilitan.
Llévame contigo al desierto, Señor.
porque sin necesidad de estar en la aridez de esa tierra desértica
también aquí y ahora soy tentado:
por el afán de tener, por el deseo del poder,
por la ambición de ser adorado.
Contigo en el desierto, Señor, seré fiel hasta el final,
me prepararé a la dureza de la cruz,
saldré victorioso frente al mal.
Romperé con aquella tentación,
que me persigue como si fuera mi misma sombra.
Dame, Señor, valor para triunfar sobre ellas.
Concédeme, la valentía necesaria
para demostrarte mi fidelidad y mí entrega.
Quiero estar contigo en el desierto:
con Dios, fortaleza con Dios, salvación,
con Dios, poderoso, con Dios, santo, con Dios, único Dios.
Quiero subir contigo, Señor a celebrar tu Pascua, Señor. Amén.

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