sábado, 21 de octubre de 2023

El pollero

Un hombre entró en una pollería. Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo:
-- Buen hombre, esta noche tengo en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo. ¿Cuánto pesa éste?
-- Dos kilos, señor, contestó el pollero.
El cliente meció ligeramente la cabeza en un gesto dubitativo y dijo:
-- Éste no me vale entonces. Sin duda, necesito uno más grande.
Era el único pollo que quedaba en la tienda. El resto de los pollos se habían vendido. Pero el pollero no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión. Cogió el pollo y se retiró a la trastienda, mientras iba explicando al cliente:
-- No se preocupe, señor, enseguida le traeré un pollo mayor.
Permaneció unos segundos en la trastienda. Acto seguido apareció con el mismo pollo entre las manos, y dijo:
-- Éste es mayor, señor. Espero que sea de su agrado.
-- ¿Cuánto pesa éste? -preguntó el cliente.
-- Tres kilos -contestó el pollero sin dudarlo un instante.
-- Bueno, me quedo con los dos, dijo el cliente.

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