lunes, 18 de marzo de 2019

"Arrepentimiento"


               Anthony de Mello

El abad Anastasio tenía un libro de finísimo pergamino que valía veinte monedas de oro y que contenía el Antiguo y el Nuevo Testamento. Una vez fue a visitarlo cierto monje que, al ver el libro, se encaprichó de él y se lo llevó. De modo que aquel día, cuando Anastasio fue a leer su libro, descubrió que había desaparecido, y al instante supo que el monje lo había robado. Pero no lo denunció, por temor a que, al pecado de hurto, pudiera añadir el de perjurio.
El monje se había ido a la ciudad y quiso vender el libro, por el que pedía dieciocho monedas. El posible comprador le dijo:
- Déjame el libro para que pueda averiguar si vale tanto dinero.
Entonces fue a ver al santo Anastasio y le dijo:
- Padre, mire este libro y dígame si cree usted que vale dieciocho monedas.
Y Anastasio le dijo:
- Sí, es un libro precioso, y por dieciocho monedas es una ganga.
El otro volvió adonde estaba el monje y le dijo:
- Aquí tienes tu dinero. He enseñado el libro al padre Anastasio y me ha dicho que sí vale dieciocho monedas.
El monje estaba anonadado.
- ¿Fue eso todo lo que dijo? ¿No dijo nada más?
- No, no dijo una sola palabra más
- Bueno, verás... he cambiado de opinión... y ahora ya no quiero vender el libro...
Entonces regresó donde Anastasio y, con lágrimas en los ojos, le pidió perdón y le suplicó que volviera a quedarse con el libro. Pero Anastasio le dijo con toda paz:
- No, hermano, quédate con él. Es un regalo que quiero hacerte.
- Sin embargo el monje le dijo:
- Si no lo recuperas, jamás tendré paz.
Y desde entonces, el monje se quedó con Anastasio para el resto de sus días.

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