viernes, 28 de junio de 2019

Danos un corazón...

Danos un corazón que salte de alegría,
que sepa compartir, que no acumule cosas,
que se llene de personas, que goce con los que gozan,
que sufra con los que sufren, que sea libre para liberar,
que su absoluto sea Dios Padre,
que considere relativo todo lo demás,
que entienda de audacia para «dar» con nuevos caminos,
que construya vida a su alrededor,
que posibilite creatividad a raudales,
que viva en actitud de discernimiento,
que tenga una profunda experiencia de Dios,
que sea experto en humanidad,
que se prolongue hacia los últimos,
que anuncie a Jesús de Nazaret,
que sea radical en la entrega, que denuncie la hipocresía,
que perdone siempre, que esté a favor de la no violencia,
que se deje inflamar por el Espíritu,
que saboree la soledad, incluso en medio de la marcha,
que tenga entrañas de misericordia,
que sea paciente, que luche contra el mal,
que viva la fiesta sana, que disfrute de la naturaleza,
que sus «pastillas» sean para curar dolencias,
que hable un lenguaje ardiente, lleno de ternura,
que mire al interior del ser humano,
que no se deje arrastrar por las apariencias,
que escuche los problemas de las personas
tenga un trato exquisito con ellas y logre curar sus heridas,
que se sienta querido en la comunidad, que sepa trabajar en grupo,
que descubra y valore el esfuerzo de los demás,
que tenga detalles pequeños para hacerse grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario