La murmuración
Saádi de Shiraz relata esta historia acerca de
sí mismo:
- Cuando yo era niño, era un muchacho piadoso,
ferviente en la oración y en las devociones. Una noche estaba velando con mi padre,
mientras sostenía el Corán en mis rodillas. Todos los que se hallaban en el
recinto comenzaron a adormilarse y no tardaron en quedarse profundamente
dormidos. De modo que le dije a mi padre:
- Ni uno sólo de esos dormilones es capaz de
abrir sus ojos o alzar su cabeza para decir sus oraciones. Diría uno que están
todos muertos.
Y mi padre me replicó:
- Mi querido hijo, preferiría que también tú
estuvieras dormido como ellos, en lugar de murmurar.
Vender el alma al diablo
Una vez Satanás, que hablaba con un hombre,
dijo:
- ¿Qué pides a cambio de tu alma?
- Exijo
riquezas, posesiones, honores... también juventud, poder, fuerza... exijo
sabiduría, genio... renombre, fama,
gloria... placeres y amores... ¿Me darás todo eso?
- No te daré nada
- Entonces no te daré mi alma.
- Tu alma ya es mía.
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