viernes, 18 de octubre de 2019

¡Cómo quisiera!

Señor, cómo quisiera en cada aurora
aprisionar el día, y ser tu primavera en gracia y alegría,
y crecer en tu amor más todavía.
En cada madrugada abrir mi pobre casa,
abrir la puerta, el alma enamorada, el corazón alerta,
y conmigo tu mano siempre abierta.
Ya despierta la vida con su canción de ruidos inhumanos;
y tu amor me convida a levantar mis manos
y a acariciarte en todos mis hermanos.
Hoy elevo mi canto con toda la ternura de mi boca,
al que es tres veces santo, a ti que eres mi Roca
y en quien mi vida toda desemboca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario