Cuenta
la leyenda que una mujer pobre pasaba con un niño en brazos delante de una caverna
y escuchó una voz misteriosa que le decía:
-
Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Y recuerda
que después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha
la oportunidad, pero no te olvides de lo principal.
La
mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por
las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a juntar todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente:
-
Te quedan sólo cinco minutos.
Agotados
los cinco minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, salió de la caverna
y la puerta se cerró. De pronto se dio cuenta que el niño se había quedado dentro
y la puerta se había cerrado para siempre.
La
riqueza duró poco y la desesperación siempre.
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