jueves, 20 de noviembre de 2025

La llamada de teléfono

       Silvia Morales

— Abuelo, ¿por qué marcas a tu propio número todos los días?
El nieto veía a su abuelo hacer algo extraño cada mañana. Se sentaba en su sillón, tomaba el teléfono antiguo, y marcaba… su propio número. Lo dejaba sonar unas cuantas veces… y luego colgaba.
— ¿Abuelo, por qué haces eso? -preguntó un día, intrigado.
El anciano sonrió con tristeza.
— Porque cuando tu abuela vivía… solía llamarme todos los días a esta hora.
Y aunque sé que ya no va a contestar nadie… marcar el número me hace sentir que todavía la estoy esperando.
El niño se quedó callado. Y al día siguiente, sin que el abuelo lo supiera, llamó al teléfono justo a esa hora. El abuelo levantó el auricular, temblando… Y del otro lado, escuchó la voz más dulce del mundo:
— Hola, abuelito… solo quería que supieras que todavía hay alguien que piensa en ti a esta hora.
A veces, el amor no muere… solo cambia de voz.
Y lo único que necesita para revivir… es una llamada.

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