jueves, 23 de agosto de 2018

Hay más alegría en dar

A David, un amigo mío, su hermano le regaló un automóvil.
Un día, cuando David salió de su oficina, vio a un niño dando vueltas alrededor de su brillante coche nuevo admirándolo.
- "¿Este es su coche señor?" -preguntó el niño.
David afirmó con la cabeza y añadió:
- "Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado:
- "¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? Vaya me gustaría..." titubeo el niño.
- "¡Desde luego!" -David sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que el muchacho realmente dijo sorprendió a David:
- "Me gustaría -prosiguió el niño- poder ser un hermano así"
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió:
- ¿Te gustaría dar una vuelta en mi coche?".
- ¡¡¡Ah si, eso me encantaría!!!
Después de un corto paseo, el niño se volvió y, con los ojos chispeantes, dijo:
- "Señor... ¿no le importaría que pasáramos frente a mi casa?"
David sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero de nuevo, David estaba equivocado.
- ¿Se puede detener donde están esos dos escalones? -pidió el niño.
Subió corriendo y en un momento el niño regresaba, pero no venía deprisa. Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón, mirando hacia el coche.
- "¿Lo ves Juan? Allí está, tal como te acabo de decir. Su hermano se lo regaló y a él no le costó ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno igualito... entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los escaparates, de las que he estado tratando de contarte".
David, bajó del coche y subió al muchacho lisiado al asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió tras de él y los tres comenzaron un paseo memorable.

Ese día, David comprendió lo que Jesús quiso decir con: "Hay más dicha en dar... que en recibir"
Que tengas un excelente día y no olvides: Dar vida a otras vidas... Dar esperanza... Somos lo que pensamos. Somos lo que decidimos ser.
Decidamos ser hombres y mujeres de valores. ¡Nuestro entorno lo necesita desesperadamente! Ojala que aprendamos la lección.

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