domingo, 21 de junio de 2020

El desafío de Jesús

 Tengo miedo y él me dice: ¡ánimo!
Dudo y él me dice: ¡confía!
Me siento angustiado y él me dice: ¡tranquilo!
Prefiero estar solo y él me dice: ¡ven y sígueme!
Busco bienes materiales y él me dice: ¡despréndete!
Quiero seguridad y él me dice: ¡no te prometo nada!
Quiero vivir y él me dice: ¡da tu vida!
Creo ser bueno y él me dice: ¡no es suficiente!
Quiero ser jefe y él me dice: ¡sirve!
Quiero comprender y él me dice: ¡cree!
Quiero claridad y él me habla en parábolas.
Quiero poesía y él me habla de realidades.
Quiero tranquilidad y él quiere que esté inquieto.
Quiero violencia y él me habla de paz.
Saco mi espada y él me dice: ¡guárdala!
Pienso en venganza y él me dice: ¡presenta la otra mejilla!
Quiero ser el más grande y él me dice: ¡sé como un niño!
Quiero esconderme y él me dice: ¡muestra tu luz!
Busco el primer puesto y él me dice: ¡siéntate en el último lugar!
Quiero ser visto y él me dice: ¡reza en lo escondido!
No entiendo a este Jesús. Me provoca. Me confunde.
Quisiera encontrar otro maestro pero me sucede lo que a san Pedro:
no conozco a nadie que tenga como Jesús palabras de vida eterna.

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