Florentino Ulibarri
Te veo junto a mí
en los días de éxito y favor
y en los oscuros y de tribulación.
Te veo junto a mí,
a veces delante, a veces detrás,
y también en mis flancos débiles y sin cubrir.
Te veo junto a mí
rodeándome y protegiéndome
y también sacándome al horizonte.
Te veo junto a mí
cuando ando entre la gente
y contemplo el rostro de quienes van y vienen.
Y cuando abro mis ojos,
ora camine, ora me detenga,
es tu rostro el que me ilumina y emociona.
En todos los lugares en los que estoy, estás.
A todas las horas que estoy, estás;
y tu rostro encarnado, siempre me ama más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario