Sin embargo, en Navidad, María recibía regalos modestos y estaba enfadada con Papá Noel por no traerle lo que ella quería. Su padre le había explicado que los regalos no era lo más importante, sino que se trataba de una época para disfrutar en familia y pasar tiempo juntos. Pero ella no lo entendía del todo.
Cuando llegó Nochebuena, María ya estaba a punto de irse a la cama cuando oyó un ruido en la puerta de la casa. Salió disparada hacia allí, llena de ilusión pensando que sería Santa Claus con un regalo para ella, pero lo que encontró fue una lata vieja. Cuando miró dentro, descubrió a un gatito que lloraba sin parar. La niña se acercó, lo cogió en brazos y lo llevó junto al fuego para que se calentara.
Cuando pasaron las vacaciones de Navidad y le tocó regresar al colegio su alegría era tan grande que no cabía en sí de la emoción. Mientras todas sus compañeras hablaban de los regalos que les había traído Santa Claus, sintió pena por ellas. Se pasó todo el día pensando en lo que estaría haciendo Michón, como había llamado a su nuevo amigo, y comprendió finalmente a lo que se refería su padre cuando le explicaba que la Navidad no se reducía a los regalos. Entonces tuvo claro que quería a Michón y a su padre, y que vivir en el bosque era uno de los mayores regalos de su vida.
Moraleja: descubre el verdadero significado de la Navidad. En lugar de centrarte en los regalos materiales, aprende a valorar el amor y la compañía de tu familia. Recuerda que lo más importante en estas fechas es compartir tiempo con los que más queremos.
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