viernes, 9 de noviembre de 2018

Señor, bendícenos

Señor, bendice mis manos para que sean delicadas
y sepan tomar sin jamás aprisionar, que sepan dar sin calcular
y tengan la fuerza de bendecir y consolar.
Señor, bendice mis ojos para que sepan ver la necesidad
y no olviden nunca lo que a nadie deslumbra;
que vean detrás de la superficie para que los demás
se sientan felices por mi modo de mirarles.
Señor, bendice mis oídos para que sepan oír tu voz
y perciban muy claramente el grito de los afligidos;
que sepan quedarse sordos al ruido inútil y la palabrería,
pero no a las voces que llaman
y piden que las oigan y comprendan
aunque turben mi comodidad.
Señor, bendice mi boca para que dé testimonio de Ti
y no diga nada que hiera o destruya;
que sólo pronuncie palabras que alivian,
que nunca traicione confidencias y secretos,
que consiga despertar sonrisas.
Señor, bendice mi corazón
para que sea templo vivo de tu Espíritu
y sepa dar calor y refugio;
que sea generoso en perdonar y comprender
y aprenda a compartir dolor y alegría con un gran amor.
Dios mío, que puedas disponer de mí
con todo lo que soy, con todo lo que tengo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario