sábado, 10 de noviembre de 2018

Teoría o Práctica

                         Cristian Franco

Hace una semana presencié un hecho llamativo. No se trató de alguna hazaña espacial, ni tampoco de un acto político. Parece mentira, pero estas cosas ya no nos sorprenden…
Mientras viajaba en el Metro de Buenos Aires, un desfile de vendedores ambulantes ofrecía un amplio surtido de productos. Porta-documentos de plástico, linternas recargables, pilas alcalinas, chocolates y naipes españoles se ofrecían “sólo por hoy” y “a precios increíbles”. Pero en medio de todo aquello, ingresó un niño pequeño y de apariencia triste; de los que denominamos como “chico de la calle”.
Ofrecía calendarios de bolsillo con una ilustración infantil al dorso. Pero mientras hacia su recorrido por el vagón, un hombre entró y a viva voz comenzó a vender un “trompo luminoso”.
El pequeño detuvo su tarea y se quedó quieto, observando con ojos de asombro aquel juguete.
Cuando el vendedor concluyó su demostración, una señora de condición humilde lo llamó, le compró uno de aquellos trompos y se lo entregó al niño como un obsequio (¡se me adelantó!). La sonrisa del “pibe” iluminó la tarde de muchos, y el gesto de aquella mujer logró “arrancar” más de una lágrima de emoción entre los que estábamos allí.

¡Es tan fácil perderse en teorías! ¡Es tan común discutir sobre lo que “debería hacerse” para mejorar nuestra sociedad… y no hacer nada al respecto! Las teorías no sirven para nada, si no se llevan a la práctica realizando pequeñas acciones que terminan hablando más que las palabras.
¡Ahora es el momento para la acción! ¡Es el tiempo de llevar a la práctica los “pequeños - grandes” planes! Como lo hizo aquella mujer en el tren al demostrar un poco de amor hacia ese niño pequeño. Como podemos hacerlo usted y yo a partir de hoy.

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