sábado, 10 de noviembre de 2018

Eres el Dios de la fe

Sólo en la noche profunda de la fe,
cuando callan la mente y la boca,
en el silencio total y en la Presencia Total,
dobladas las rodillas y abierto el corazón,
sólo entonces aparece la certeza de la fe,
la noche se trueca en mediodía,
y se comienza a entender al Inteligible.
Mientras tanto, ténuemente vamos vislumbrando tu figura
entre penumbras, huellas, analogías y comparaciones.
Pero cara a cara no se puede mirar.
Eres el Dios de la Fe.
...Si yo soy el río, y tú el mar, ¿cuándo voy a descansar en Ti?
Te aclamo y reclamo, te afirmo y confirmo.
Te exijo y necesito, te añoro y te anhelo, ¿dónde estás?
Aquel a quien nunca alcanzarán los silogismos;
Aquel que es para ser acogido, asumido, vivido.
Aquel al que se le "entiende" de rodillas, en la fe, entregándose.
Eres el Dios de la Fe.

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