miércoles, 24 de julio de 2019

Gracias, Señor, sostienes mi vida

Jesús, Tú eres el amor discreto, casi escondido.
No obligas a nadie a seguir tu camino. Tu arma nunca es la violencia.
Tu fuerza es el amor que sirve y da la vida.
Gracias, Señor, por tratarme siempre con ternura,
porque respetas y ensanchas mi libertad,
por contar con mi vida, pobre y a veces casi apagada.
Gracias, Dios mío, porque me has formado y sostienes mi vida,
porque me miras con amor, me has cogido de la mano.
y me das tu Espíritu, el Espíritu de Jesús.
Que también yo sepa contar con los que no cuentan,
con los débiles, los pequeños y los ignorantes,
con los que viven en la tiniebla de la enfermedad, la soledad y la pobreza,
para implantar un derecho nuevo y construir una sociedad nueva,
en la que todos vivamos como hermanos, como hijos tuyos.

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